El ex enviado de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields Jeskas, confirmó que el gobierno de Daniel Ortega ordenó la expulsión del embajador de Brasil, Breno de Souza, en Brasilia da Costa. Este hecho se produjo luego de que el embajador asistiera el pasado 19 de julio al 45 aniversario de la Revolución Sandinista.
McFields, quien se distanció del gobierno de Ortega durante una sesión virtual de la OEA en marzo de 2022, señaló que tanto el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como Ortega estaban nuevamente en desacuerdo. Aunque Lula y Ortega son amigos desde hace más de 40 años, su relación se ha deteriorado. En 1980, Lula se reunió con Fidel Castro en Nicaragua durante el primer aniversario de la revolución sandinista.
Ahora Ortega expulsó al embajador brasileño con insultos y ultimátums. Según McFields, la amistad personal y política entre Lula y Ortega se ha roto. Lula ha dado instrucciones a su embajador de no participar en eventos públicos en Nicaragua.
La noticia fue revelada por el diario brasileño Folha de S.Paulo y la plataforma nicaragüense Divergentes, aunque no fue confirmada por los gobiernos de Nicaragua ni de Brasil.
Lula también mencionó que no había podido comunicarse con Ortega sobre la situación de un obispo preso en Nicaragua, aunque sí había hablado con el Papa Francisco. Lula expresó su frustración y cuestionó si la revolución de Ortega tenía como objetivo mejorar la vida de la gente o simplemente ganar poder. También defendió que el cambio de poder es saludable para la democracia, advirtiendo que la creencia de que uno es indispensable genera actitudes dictatoriales.